¿Cómo puedo desarrollar la sostenibilidad física de mi empresa?

 

Todas las organizaciones que tengan la ambición de perdurar en el tiempo necesitan sustentarse en modelos de negocio que sean sostenibles. Generalmente al hablar de la sostenibilidad de una empresa pensamos o hacemos referencia a la sostenibilidad medioambiental. Sin embargo, la sostenibilidad social de la empresa, la que hace referencia a cómo se desarrolla la vida de las personas que forman parte de la organización, no debe ser obviada por una empresa del presente que quiera apostar por el futuro.

La sostenibilidad social de la empresa debe contemplar una visión integradora de las personas teniendo en cuenta los aspectos sociales, emocionales o psicológicos y físicos y las relaciones entre los mismos.

En el componente físico de la sostenibilidad laboral, los primeros pasos comienzan por el análisis de las tareas que los trabajadores tienen que llevar a cabo en sus puestos de trabajo. Conociendo el mapa de exigencias físicas de cada puesto y los patrones motores laborales que se emplean para llevar a cabo las tareas, se pueden determinar los riesgos de trastornos musculoesqueléticos de esas actividades y, en consecuencia, tomar medidas para evitarlos.

Aquello que se mide se puede mejorar, y la forma de conocer lo mucho o lo poco que nos queda por mejorar, es enfrentar o comparar los valores de la competencia motriz o capacidad de contención del riesgo de nuestra plantilla al valor de riesgo musculoesquelético de las tareas de nuestro proceso productivo.

El camino de la sostenibilidad es un camino continuo, como el de la calidad o el de la seguridad. Sin embargo, sabemos que, si existe un riesgo elevado con respecto a los valores de referencia, es necesario actuar de forma intensiva e inmediata para, una vez estabilizados los factores de riesgo, continuar actuando para la mejora continua.

En Motricidad Laboral tenemos herramientas de diagnóstico para facilitarte esta visión sobre la sostenibilidad física de las empresas. Disponemos además de elementos de control que nos permiten monitorizar de forma periódica cómo evoluciona la sostenibilidad por una medida indirecta, el dolor declarado por los trabajadores sometidos a esfuerzos físicos.

¿Cómo se manifiestan los perjuicios por una actividad física ejecutada de forma incorrecta? Con dolor musculoesquelético.

Por eso hemos desarrollado una herramienta online y anónima, que nos permite medir el índice de dolor de los puestos de trabajo, ver su correlación con las demandas físicas de los mismos y poder analizar la evolución de las medidas que se estén adoptando.

El camino de la sostenibilidad física de una organización es claro y está pautado. Analizar, implementar planes de corrección y medir la evolución. Es un camino constante y largo, pero que en seis meses ya logra resultados positivos en las empresas que se deciden a avanzar en la sostenibilidad física laboral. Cuanto antes comencemos el camino en nuestra empresa, mayor será el beneficio que alcancemos. Reconducir lo que causa un deterioro cuanto antes, es siempre una mejor estrategia que esperar a que el deterioro sea mayor para actuar.

¿Te apuntas a iniciar el camino en la sostenibilidad física laboral?